Hasta medidos de noviembre realizamos un taller en el precioso valle de Ulzama, promovido por la técnica de igualdad para la Asociación de Jubiladas y Jubilados del valle.

Los objetivos fueron:

  • Acercarnos a la etapa vital de la madurez desde una mirada positiva.
  • Conocer las influencias socio-culturales y los mandatos de género que afectan a la construcción y vivencia de las experiencias femeninas.
  • Explorar y profundizar en los posicionamientos y roles que desempeñamos y en las consecuencias que éstas tienen para las mujeres en los planos social y personal, especialmente en esta etapa de la vida.

Utilizamos varias herramientas metodológicas para adaptarnos al momento y a las necesidades del grupo ya que éste era el primer taller en el que tomaron parte todas.  Utilizamos diversas dinámicas que nos permitieron ocupar el espacio, análisis en grupos pequeños y exposición, debate y puesta en común en pleno.  Con todo esto logramos

  • fomentar el aspecto lúdico del aprendizaje, divertirnos, reir…
  • experimentarnos en posiciones diversas, analizar el simbolismo social y político de estas representaciones.
  • Mostrar al grupo la posición que ocupamos respecto a roles y estereotipos designados socialmente.  En relación al tratamiento diferenciado por razón de sexo analizamos pautas de conducta generadoras de desigualdad. En este sentido abordamos el reparto de tareas, la ocupación de los tiempos y el impacto social que supone el desempeño de los distintos roles -trabajos de cuidados…-, hablamos también de la importancia de fortalecer el trabajo en prevención con las siguientes generaciones.
  • Realizar ejercicios de auto-afirmación y asertividad en un espacio seguro y protegido.

Además, el trabajo en grupo pequeño nos dio varias oportunidades: facilitar la comunicación y fortalecer la cohesión grupal, vivir el espacio más próximo entre mujeres como posibilidad de alianzas y sororidad, reflexionar sobre la posición de los valores éticos en la vida y desarrollar tareas de organización y planificación, fundamentales para lograr los consensos en que se basa nuestra convivencia.

poniendo en común algunas reflexiones.

Aquí poniendo en común algunas reflexiones.

Estos espacios son importantes para la creación de tejido social y de redes comunitarias de apoyo. Espacios que permiten repensar, expresar necesidades a veces personales, siempre sociales, necesidades que sólo pueden satisfacerse a través del trabajo común, sumando esfuerzos. Este trabajo nos acerca a un diagnóstico social, qué nos ocurre como grupo, dónde estamos y dónde queremos ir. Y qué necesitamos para iniciar ese camino.

Tiene también una perspectiva individual, visibiliza las vivencias personales, facilita los espacios y los tiempos para el reconocimiento de la otra persona, legitima y valida sus experiencias. Reafirma. Porque la vida de las personas se desarrolla en grupo, es ahí donde tiene su eco. Ambos espacios, social e individual, se retroalimentan.

Ha sido un grupo activo, con ganas de aprender y de compartir. Para mí, todo un placer trabajar con ellas; respetuosas, curiosas y con la generosidad para regalarnos trocitos de su maravillosa experiencia. Nada podía salir mal.

Aquí tenemos a algunas de ellas en la Casa de Cultura.

Algunas participantes del grupo

El último día.

Participantes del grupo

Participantes del grupo

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